viernes, 6 de mayo de 2011

EEUU versus España

Esta mañana nos hemos levantado con una pésima noticia: Bildu estará en las próximas elecciones. El Tribunal Constitucional, el mismo que tardó 3 años en pronunciarse sobre el Estatuto Catalán, ha revocado de manera exprés la sentencia del Supremo, en la que se decía que Bildu era un proyecto del complejo ETA/Batasuna. El grueso de Magistrados, como perros fieles a quienes les dieron el cargo y cuantiosa nómina, han dictado en conciencia: la de sus amos. La jugada ya se veía venir y no nos pilla de sorpresa. De sobra conocemos la finalidad de un Tribunal Político: es la correa de transmisión del Ejecutivo para partirle las piernas a la Justicia y ponerla de rodillas.

En estos pasados días hemos podido ver lo que hace EEUU -una nación decente y ejemplar- con los terroristas. Los norteamericanos saben bien que un terrorista es un enemigo mortal y que la supervivencia de sus ciudadanos y de la propia nación es algo que hay que defender a toda costa y con la máxima firmeza.

EEUU busca, persigue, condena y mata a sus enemigos mortales. Planea una operación especial en territorio pakistaní para eliminar a "Jerónimo" Bin Laden y no avisa a su gobierno, no vaya a ser que le den el chivatazo y se les escape. En España, la propia policía da el chivatazo a los etarras del caso Faisán para evitar que otros compañeros del mismo Cuerpo los detengan. ¡Qué país tan raro! En España el operativo hubiera consistido en coger con vida a Bin Laden y luego soltarlo para hacerlo concejal o alcalde. 

EEUU organiza operaciones especiales donde personas, aviones, helicópteros y medios tecnológicos intervienen, y decenas de militares arriesgan sus vidas para rescatar a un sólo piloto caído en territorio enemigo o para rescatar a un buque secuestrado por piratas. En España preferimos pagar directamente el rescate (es más barato) y así evitamos problemas. Preferimos hacer como que perseguimos a los piratas con helicópteros hasta una playa pero los dejamos escapar no vaya a ser que luego tomen represalias.

EEUU celebra una victoria y la eliminación de su mortal enemigo; su población sale a las calles a festejar la noticia; su presidente acude a la zona cero, deposita una corona de flores y se entrevista con representantes de la Policía, Bomberos y familiares de las víctimas. En España permitimos que a los terroristas se les haga homenajes y que se haga apología del terror. Permitimos que asesinos en serie esten en libertad o se hayan fugado por "errores judiciales". En España se profana la memoria de las víctimas y se humilla a los que quedaron con vida y a sus familiares.  

En EEUU piensan que los asesinos son responsables de sus actos y que deben pagar por sus crímenes. Consideran que la justicia debe tener un efecto reparador del daño ocasionado y que es necesario preservar a los justos de los malvados. En España preferimos "poner la otra mejilla", una norma cristiana carente de sentido, absolutamente inmoral y altamente peligrosa para el ser humano y la sociedad.

La decisión del Alto Tribunal ("Alto" porque se habrá reunido en el 6º piso) es una constatación de la inversión moral que sufre España, de la bajeza de sus gobernantes y "Altos Magistrados", de la cobardía institucionalizada, de la muerte de la razón y de la transposición entre bondad y maldad. En EEUU los ciudadanos están orgullosos de su país y pueden mirar con el gesto altivo. En España los ciudadanos -a excepción de los terroristas vascos- caminamos hoy con la vergüenza a cuestas y la cabeza gacha.


5 comentarios:

  1. Inserto una réplica de mi amigo Paco Lázaro:

    "Amigo Pepe:
    Dado que aún no me aclaro con la edición de un comentario desde la propia página de tu Blog, te paso este correo porque no quiero eludir el contestar tu Blog EE uU versus España.
    Sencillamente y aunque te pueda doler, tu artículo me parece un artículo impresentable, no digno de una persona de tu categoría intelectual.
    Y te hago constar que la opinión que me merece tu artículo, la expreso en términos mas suaves que las expresiones que tú manifiestas sobre el Tribunal Constitucional, que es MI TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, al que defenderé por encima de cualquier consideración, sea del tipo que fuera y vengan de donde vengan. Es posible que en esa defensa de las instituciones de mi país, me parezca en algo a los americanos, circunstancia que tú consideras digna de admirar, según se desprende de tu artículo.
    Magnificas las valoraciones sobre unos hechos y minimizas a esos mismos hechos ó lo que es lo mismo, generas mucha retórica y muy poca dialéctica.
    Así que si tú pones las cervezas, yo pongo los manises salados y te ofrezco un debate pormenorizado sobre el contenido de tu artículo, siempre y cuando estés dispuesto a escuchar, debatir y consensuar; ¿ oído cocina ?. Se me olvidaba: la cerveza que sea del Tipo Pilsen, de no mas de 4º.
    Saludos cordiales amigo y gracias por darme la posibilidad de debatir. Hasta pronto.

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  2. Estimado Paco, agradezco tu réplica y permíteme justificar mis términos un tanto subidos de tono.

    En primer lugar, critico a TU Tribunal Constitucional por su propia naturaleza. Su independencia queda cuestionada por la forma en que se eligen sus Magistrados y esto es una auténtica vergüenza para nuestra democracia. No me siento representado por una Institución cuestionada y "contaminada".

    Defender al TC a capa y espada me recuerda al Credo Legionario que yo recitaba cuando estaba destinado en Ronda: "A la voz de ¡A mí La Legión!, sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que pida auxilio".

    Los informes de la Abogacía del Estado, Policía, Guardia Civil, etc. apuntan a una vinculación directa entre Bildu y ETA/Batasuna. Por tanto, considero que el fallo emitido no obedece a considerandos jurídicos, sino políticos. Es muy pernicioso que los magistrados sean progresistas o conservadores, en lugar de magistrados imparciales.

    Mi crítica -aunque hiriente- es razonable.

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  3. Enhorabuena por el artículo. Me lo has "robado" por unas horas, ya que pensaba escribir sobre lo mismo.
    No conozco a tu "estimado Paco", y aunque seguramente su formación profesional y su nivel intelectual estén por las nubes, o sea, de AAA, su crítica rezuma demagogia e ideología (socialista, por supuesto). Me pregunto si su postura sería la misma si la mayoría de "SU" TC hubiera sido conservadora y el veredicto contrario a Bildu-ETA. También me pregunto si su postura sería la misma si tuviera alguna víctima de ETA en su familia. En fin, cada cual es dueño de su destino; respetemos todas todas las posturas, aunque atenten contra el sentido común.
    La sentencia del TC atenta contra la dignidad de los españoles en general (no incluyo a "tu estimado Paco") y las víctimas en particular. Su politización es tan manifiesta que la mayoría de sus actuaciones producen vergüenza. ¿En qué Estado de Derecho se entiende que un tribunal político contradiga a la más alta instancia en materia judicial? ¿En qué verdadera democracia (donde los tres poderes se suponen independientes) los partidos políticos pueden designar a los jueces y estos votar según las consignas del que los ha nombrado? Pero, ¡ah! recordemos aquello de "Montesquieu ha muerto" (frase lapidaria de un político, socialista, por supuesto).
    En fin, es posible que tus "estimados" se hayan ofendido, no tanto por tus críticas al TC, sino por tus comparaciones con la democracia de los EEUU. Aunque ahora "le lamemos el culo" al dios Obama, no hay que pasarse, Pepe.
    Un abrazo

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  4. Inserto un comentario de mi amigo Oscar Pajares:

    "Estimado Pepe,¿Por qué algunos aplauden que los políticos manejen a la Justicia? Fácil, así podrán seguir sin ser responsable de sus actos.¿Por qué yo soy responsable de lo que hago y los "politicos" , incluido el Jefe del Estado, no son responsables de lo que hacen?. Aquí no todos "jugamos" con las mismas cartas.
    Eso sí, que siga el fútbol y la Belén para que todos sigan mirando a otro lado.
    Un saludo"

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  5. Deberías explicar a tu amigo Óscar el papel constitucional del Jefe del Estado (a no ser que lo haya confundido por el Presidente del Gobierno).

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